ME habló el Señor diciendo: 2 Hijo de hombre, dirige tu rostro contra Gog, a la tierra de Magog, al príncipe y cabeza de Mosoc y de Tubal, y profetiza sobre él,

3 y le dirás: Esto dice el Señor Dios: Heme aquí contra ti, oh Gog, príncipe y cabeza de Mosoc y de Tubal: 4 Yo te llevaré por dondequiera, y pondré un freno en tus quijadas, y te sacaré fuera a ti y a todo tu ejército, caballos y jinetes, cubiertos todos de corazas; gentío inmenso, que empuñará lanzas, escudos y espadas. 5 Con ellos estarán los persas, los etíopes y los de la Libia, todos con sus escudos y cascos. 6 Gomer y todas sus tropas, la familia de Togorma, los habitantes de lado del norte con todas sus fuerzas y muchos otros pueblos contigo se hallarán. 7 Aparéjate para resistirme, ponte en orden de batalla con toda tu muchedumbre agolpada alrededor tuyo, y dales tus órdenes.

8 Pues al cabo de muchos días serás tú visitado y castigado; al fin de los años irás tú a una tierra, que fue librada de la espada, y cuya población ha sido recogida de entre muchas naciones en los montes de Israel, que estuvieron por mucho tiempo desiertos; esta gente ha sido sacada de entre las naciones, y morará toda en dicha tierra tranquilamente. 9 Tú irás allá y entrarás como una tempestad y como un nublado para cubrir la tierra con todos tus escuadrones, y con los muchos pueblos que están contigo. 10 Esto dice el Señor Dios: En aquel día formarás en tu corazón altivos pensamientos, y maquinarás perversos designios; 11 y dirás: Yo me dirigiré a una tierra indefensa; iré contra una nación que descansa y vive sin recelo alguno, y todos ellos habitan en lugares abiertos, sin puertas ni cerrojos; 12 para enriquecerte de esta manera con los despojos y hacerte dueño de la presa, y descargarás la mano sobre aquellos que habían sido dispersados y fueron después restablecidos; sobre el pueblo que ha sido recogido de entre las naciones, el cual comenzó a poseer y habitar el país que se miraba como el centro de las naciones de la tierra. 13 Saba y Dedán, y los mercaderes de Tarsis, y todos sus leones te dirán: ¿Vienes tú acaso a recoger despojos? He aquí que has reunido tu gente para apoderarte de la presa, para pillar la plata y el oro, y hacer el saqueo de los muebles y alhajas y de riquezas sin cuento.

14 Por tanto profetiza, ¡oh hijo de hombre!, y dirás a Gog: Esto dice el Señor Dios: Pues, ¿no sabrás tú bien el día en que mi pueblo vivirá tranquilo y sin recelo alguno?

15 Tú partirás de tu país de la parte del norte, llevando contigo muchas tropas, soldados todos de a caballo, que compondrán una gran muchedumbre, un poderoso ejército. 16 Y te dirigirás contra mi pueblo de Israel, a manera de nublado que cubre la tierra. En los postreros días vivirás tú y en ellos yo te conduciré a mi tierra; con el fin de que las naciones me conozcan, así que yo haré resaltar en ti, ¡oh Gog!, la santidad mía a la vista de ellas. 17 Esto dice el Señor Dios: Tú eres, pues, aquel de quien hablé yo antiguamente por medio de mis siervos los profetas de Israel, los cuales en aquellos tiempos profetizaron que yo te traería contra ellos.

18 Y en aquel día, día en que llegue Gog a la tierra de Israel, dice el Señor Dios, se desahogará mi indignación y mi furor. 19 Así lo decreto lleno de celo y encendido en cólera. Grande será en aquel día la conmoción en la tierra de Israel; 20 y a mi presencia se agitarán y andarán perturbados los peces del mar, y las aves del cielo, y las bestias del campo y todos los reptiles que se mueven sobre la tierra, y cuantos hombres moran en ella; y serán derribados los montes, y caerán los vallados o baluartes e irán por el suelo todas las murallas.

21 Y llamaré contra él en todos mis montes la espada, dice el Señor Dios, cada uno dirigirá la espada contra su propio hermano. 22 Y lo castigaré con la peste, y con la espada, y con furiosos aguaceros y terribles piedras; fuego y azufre lloveré sobre él, y sobre su ejército, y sobre los muchos pueblos que van con él. 23 Con esto haré que se vea mi grandeza y mi santidad, y me haré conocer de muchas naciones, y sabrán que yo soy el Señor.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Atlas