ME habló nuevamente el Señor, diciendo: 2 Hijo de hombre, profetiza, y di: Esto dice el Señor Dios: ¡Oh egipcios!, prorrumpid en aullidos: ¡Ay, ay de aquel día! 3 Porque cercano está el día, llega ya el día del Señor; día de tinieblas, que será la hora del castigo de las naciones. 4 Y la espada enemiga descargará contra Egipto; y Etiopía quedará aterrorizada, cuando los egipcios caigan heridos al filo de la espada, y el pueblo sea llevado cautivo, y sean destruidos sus cimientos. 5 Etiopía, y Libia, y los lidios, y todos los demás pueblos, y Cub, y los hijos de la tierra de mi alianza perecerán con ellos al filo de la espada. 6 Esto dice el Señor Dios: Caerán por tierra los que sostienen a Egipto, y quedará destruido su soberbio imperio; comenzando desde la torre de Siene, pasados serán a cuchillo los egipcios, dice el Señor Dios de los ejércitos. 7 Y aquellas regiones serán asoladas, quedando como otras tierras desiertas; y sus ciudades serán del número de las ciudades devastadas. 8 Y conocerán que yo soy el Señor, cuando haya pegado fuego a Egipto, y sean derrotadas todas sus tropas auxiliares. 9 En aquel día partirán en naves mensajeros despachados por mí, para abatir la arrogancia de Etiopía; la cual se llenará de terror en el día del castigo de Egipto, día que llegará sin falta.

10 Esto dice el Señor Dios: Yo destruiré el numeroso gentío de Egipto por medio de Nabuconodosor, rey de Babilonia; 11 él y su pueblo, el más fuerte entre las naciones, serán llevados a asolar la tierra; desenvainarán sus espadas contra Egipto, y cubrirán la tierra de cadáveres. 12 Y secaré las madres de los ríos, y entregaré el país a hombres feroces, y lo aniquilaré por medio de extranjeros, yo el Señor soy quien lo digo. 13 Esto dice el Señor Dios: Yo destruiré los simulacros, y acabaré con los ídolos de Memfis, y no habrá más rey propio en la tierra de Egipto, y enviaré el terror sobre ella,

14 y asolaré la tierra de los fatures, y entregaré a Tafnis a las llamas, y castigaré suavemente a Alejandría. 15 Derramaré la indignación mía sobre Pelusio, baluarte del Egipto, y haré pasar a cuchillo al numeroso pueblo de Alejandría, 16 y entregaré a Egipto a las llamas. Como la mujer que está de parto, sentirá dolores Pelusio; y Alejandría será asolada; y Memfis estará en continua congoja. 17 Pasados serán a cuchillo los jóvenes de Heliópolis y de Bubasto, y las mujeres serán llevadas cautivas. 18 Y en Tafnis el día se convertirá en noche, cuando haga yo allí pedazos los cetros de Egipto, y se acabará la arrogancia de su poder; la cubrirá un negro torbellino de males, y sus hijas serán llevadas al cautiverio. 19 Y ejerceré mi juicio contra Egipto; y conocerán que yo soy el Señor.

20 Y en el año undécimo, en el mes primero, a los siete días del mes, me habló el Señor, diciendo: 21 Hijo de hombre: Yo he roto el brazo del faraón, rey de Egipto, y he aquí que no ha sido vendado para restablecerlo en su primer estado, ni envuelto con paños, ni fajado con vendas, a fin de que, recobrando el vigor, pueda manejar la espada. 22 Por tanto esto dice el Señor Dios: Heme aquí contra el faraón, rey de Egipto, y desmenuzaré su brazo que era robusto pero está ya quebrado; y haré caer de su mano la espada, 23 y dispersaré a los egipcios entre las naciones, y los arrojaré aquí y allá por todo el mundo. 24 Y daré vigor a los brazos del rey de Babilonia, y pondré en su mano mi espada; y romperé los brazos del faraón, y prorrumpirán en grandes gemidos los de su pueblo que serán muertos en su presencia. 25 Y esforzaré los brazos del rey de Babilonia, y quedarán como lisiados los del faraón; y conocerán que yo soy el Señor cuando haya puesto mi espada en manos del rey de Babilonia, y él la habrá desenvainado contra la tierra de Egipto. 26 Y dispersaré a los de Egipto por entre las naciones, y los dispersaré por todo el mundo, y conocerán que yo soy el Señor.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas