NO des oídos a calumniadores, ni te prestarás a decir falso testimonio en favor del impío. 2 No sigas la muchedumbre para obrar mal, ni en el juicio te acomodes al parecer del mayor número, de modo que te desvíes de la verdad. 3 Ni aun del pobre has de tener compasión, tratándose de la justicia.

4 Si encuentras el buey o asno perdido de tu enemigo, se lo conducirás.

5 Si vieres caído con la carga el asno de aquel que te quiere mal, no te pases de largo, sino ayúdale a levantarle.

6 No tuerzas la justicia, condenando al pobre. 7 Huye de la mentira. No harás morir al inocente y al justo, porque yo aborrezco al impío.

8 No recibas regalos, porque deslumbran aun a los prudentes y pervierten las sentencias de los justos.

9 No molestarás al forastero, ya que sabéis lo que es ser forastero; pues vosotros mismos habéis estado en la tierra de Egipto como forasteros.

10 Seis años sembrarás tu tierra, y cogerás tus frutos.

11 Mas el año séptimo la dejarás holgar, para que tengan que comer los pobres de tu pueblo, y lo que sobrare sirva de pasto a las bestias del campo; lo mismo harás con tu viña y tu olivar.

12 Seis días trabajarás; el séptimo descansarás, para que repose tu buey y tu asno, y se recree el hijo de tu esclava y el extranjero.

13 Observad todas las cosas que os he dicho. No juréis por el nombre de dioses extranjeros, ni aun siquiera los mentéis.

14 Tres veces cada año, ¡oh Israel!, me celebrarás fiesta solemne. 15 Observarás la solemnidad de los ázimos. Por siete días, como te tengo mandado, comerás pan sin levadura en el mes de los nuevos frutos, que es cuando saliste de Egipto; no te presentarás delante de mí con las manos vacías.

16 La otra solemnidad será en la siega de los frutos primerizos de tus labores, de todo aquello que hubieses sembrado en el campo. La tercera solemnidad en la recolección de todos los frutos del campo, al fin del año. 17 Tres veces al año se presentarán todos tus varones delante del Señor Dios tuyo.

18 No me ofrecerás con levadura la sangre de mi víctima, ni se reservará la grosura de mi víctima solemne hasta el día siguiente.

19 Ofrecerás en la casa del Señor Dios tuyo las primicias de los frutos de tu tierra. No cocerás el cabrito o cordero en la leche de su madre.

20 Mira que yo enviaré al ángel mío que te guíe y guarde en el viaje, hasta introducirte en el país que te he preparado. 21 Reverénciale y escucha su voz: por ningún caso le menosprecies; porque si haces algún mal, no te lo pagará; y en él se halla el nombre mío. 22 Que si tú escuchares su voz, y ejecutares toda las cosas que ordeno, seré enemigo de tus enemigos, y perseguiré a los que te persigan.

23 Y mi ángel irá delante de ti y te introducirá en el país del amorreo, y del heteo, y del ferezeo, y del cananeo, y del heveo, y del jebuseo, a los cuales yo exterminaré.

24 No adorarás ni darás culto a sus dioses; no imitarás sus obras, antes bien los destruirás y harás pedazos sus estatuas. 25 Al Señor Dios tuyo servirás para que yo eche la bendición sobre tus panes y tus aguas, y destierre de ti las enfermedades. 26 No habrá en tu país mujer que aborte o sea estéril; y prolongaré los días de tu vida.

27 Yo enviaré el terror de mi nombre por precursor tuyo delante de ti; y exterminaré todos los pueblos del país en que tú entrarás, y haré que a tu presencia vuelvan la espalda todos tus enemigos, 28 arrojando delante tábanos, que ahuyenten al heveo, y al cananeo, y al heteo, antes de que tú entres en su país.

29 No te los quitaré de delante en un solo año; porque no quede la tierra desierta, y no se multipliquen las fieras en daño tuyo. 30 Los iré quitando de tu presencia poco a poco, mientras que tú vas creciendo y señoreando la tierra.

31 Fijaré tus confines desde el mar Rojo hasta el mar de la Palestina, y desde el desierto de la Arabia hasta el río Eufrates. Pondré en tus manos a los moradores del país, y los arrojaré de tu presencia. 32 No trabarás con ellos alianza, ni con sus dioses.

33 No habiten en tu tierra, no sea que te hagan pecar contra mí, incitándote a que sirvas a sus dioses o ídolos; lo que sería ciertamente tu ruina.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas